El mundo quiere vivir
Y ya no respira apenas;
Se le para el corazón
Y la sangre en sus venas quema
Las bombas le dicen adiós
Con voz ronca y rasgada;
La metralla en su cuerpo llora
Porque es su matadora.
La Tierra es como las hadas:
Muere si no crees en ella.
¿A qué punto hemos llegado
En la ira y el terror?
¿Qué vida le dimos al mundo
Y qué mundo a nuestra vida?
Las guitarras rugen con pena
“El odio más odio encierra”
Triste es que para la paz
Sea necesaria la guerra.
Escupiendo balas los cañones,
Las bombas matando, inclementes,
Devastando casas los misiles,
Viéndolo en televisión la gente,
Y muriendo mientras los inocentes.
Claman voces en silencio
Presas de la desesperación
Que no son ellos los culpables,
Pero a nadie le importó.
Pagaron con su sangre y su dolor
El dinero gastado
En la bala que les mató;
Que no son ellos los culpables,
Es la codicia de un cabrón.
El niño grita de rabia
Pero el viejo le tapa la boca;
El niño grita de odio
Pero el viejo su grito ahoga;
El niño grita de ira
Pero el viejo su grito estorba;
El niño quiere gritar
Pero teme al viejo ahora.
Antes era fuerte,
Ahora son débiles:
Que no hay peor censura
Que tener miedo a la muerte.
Los impulsos irracionales
Parecen estar prohibidos.
Supuestamente dañan,
Supuestamente no tienen sentido.
¡Díganselo al niño,
Díganselo al viejo
Que es más dañino su grito
Que una bala en el entrecejo!
¡Que es mejor morir como perros
Que comportarse como humanos!
¡Pasemos a la carga!
¡Pasemos a la acción!
¡Tomemos nuestra única arma!
Nuestra arma es hacer arte
Y es hacerlo con pasión.
¡Matemos con literatura!
¡Asesinemos con teatro!
¡Fusilemos con la música!
De esta guerra depende la paz
¡HAGÁMOSLA YA!
Todos los derechos reservados-Abel García-©